Desde la base de Necoclí, donde se coordina la operación Agamenón II contra el clan del golfo, los comandos Jungla abordaron la flotilla de helicópteros de la Policía Nacional para volar con rumbo hasta el corregimiento de Chicocorá de bahía solano, donde se encontró el alijo.
La espesa vegetación impedía el aterrizaje de las aeronaves por lo que fue necesario hacer un descenso en rappel a una altura de 90 pies e iniciar la inspección del lugar. Luego de dos horas se hallaron los primeros indicios de lo que sería un centro de acopio tras descubrir marcas impresas en hojas de papel y rollos de cinta transparente dispersos en la arena.
Muy cerca fueron encontradas algunas ramas que escondían varias lonas de fique, ocultas bajo tierra y tapadas con la corteza de los árboles contenían 543 kilos de clorhidrato de cocaína.
Dicha caleta estaba provista de un camino de herradura que conducía hasta el mar, en donde posiblemente embarcaban la droga en lanchas rápidas tipo Go Fast con destino a Centroamérica, este sendero estaba cubierto con tallos y palos para evitar la ubicación.
El valor de estos estupefacientes oscila aproximadamente en 2.695 millones de pesos.