El “viejo o botalón”, como se reconocía a quien fue exjefe paramilitar de las autodefensas de Puerto Boyacá, salió en libertad en el año 2015, tras acogerse al proceso de justicia y paz. Por presión de investigadores de la SIJIN Santander, esta persona hace presencia con sus abogados en las instalaciones de la Seccional de Investigación Criminal de la Metropolitana de Valle de Aburrá, en la ciudad de Medellín, en la actualidad pesa en su contra una orden de captura vigente por los delitos de concierto para delinquir, extorsión y financiación de recursos de actividades terroristas.
En el marco de la operación Escarlata II, mediante diligencias de registro y allanamiento realizadas en simultáneo, el pasado meses de febrero, la Policía Nacional logra desarticular está banda delincuencial conocida como “los bravos”, dando captura a 15 de sus integrantes los cuales eran requeridos mediante orden judicial, por los delitos de concierto para delinquir agravado, extorsión, instigación para delinquir, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, uso de menores de edad para comisión de delitos, financiación de recursos de actividades terroristas y fabricación, tráfico, porte de armas de fuego y municiones.
En los allanamientos del pasado mes de febrero, este sujeto logró evadir el cerco de las autoridades y según el proceso investigativo se presume que tenía como zona de injerencia los municipios Cimitarra, Puerto Araujo, Puerto Parra (Santander), Puerto Boyacá (Boyacá) y Puerto Berrio (Antioquia). Donde al parecer se estarían haciendo exigencias a comerciantes para que entregaran motocicletas y dinero, con el argumento de combatir la llegada de otras organizaciones como el clan del Golfo y disidencias del ELN.
Según algunas informaciones en proceso de verificación estas exigencias se estarían haciendo con el objetivo de controlar la venta de alucinógenos y así mismo instrumentalizar a personas de bajos recursos, para la venta y consumo.
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