“Entre tambores y esperanza”

La Policía Nacional de los Colombianos llegó a San Jacinto para acompañar con música, tradición y cultura el crecimiento de su niñez.
  • desde la niñez los valores que construyen una sociedad en paz (1)
  • estuvieron presentes no solo con su uniforme, sino con su corazón
  • Fue en el taller del maestro Rafael (1)

Entre el eco cálido de los tambores, el tintineo alegre de las maracas y el silbido suave de la flauta de millo, San Jacinto, Bolívar volvió a latir con fuerza en su alma más pura: la cultura. En medio de ese canto ancestral, niños y niñas del municipio encontraron una nueva forma de soñar, acompañados por quienes protegen su presente para garantizarles un mejor futuro: la Policía Nacional de los Colombianos.

Fue en el taller del maestro Rafael —símbolo vivo del legado musical de los Montes de María— donde se tejió esta historia. Allí, las manos pequeñas aprendieron a dar forma a los instrumentos que durante generaciones han contado la historia de su tierra. Cada golpe al tambor no solo marcaba el ritmo, sino también el compromiso de construir caminos de paz desde la niñez.

La Policía Comunitaria y la Policía de Turismo, como guardianes del bienestar y la identidad, estuvieron presentes no solo con su uniforme, sino con su corazón. Escucharon, aprendieron y compartieron con cada niño la importancia de cuidar lo que somos: cultura, alegría, tambor... y vida.

Este taller no fue solo una jornada más; fue un canto de esperanza, una invitación a vivir el arte como escudo contra los peligros del ocio mal empleado. Allí, entre flautas y sonrisas, la infancia de San Jacinto reafirmó su voz, guiada por la cultura y protegida por su Policía Nacional.

Porque donde suenan los tambores, florece la tradición. Y donde camina la Policía Nacional de los Colombianos, nace un país más seguro, más humano y más lleno de música.

El coronel Alejandro Reyes Ramírez, Comandante del Departamento de Policía Bolívar, expresó: “Estas iniciativas son fundamentales para acercarnos a la comunidad y sembrar desde la niñez los valores que construyen una sociedad en paz. La cultura es un puente hacia la prevención y el desarrollo, y como Policía seguiremos apoyando cada espacio que impulse el bienestar de nuestros niños y jóvenes.”